Ya lo hemos repetido infinidad de veces, la presión de las llantas es uno de los elementos más importantes para la seguridad de nuestro auto.

Ya lo hemos repetido infinidad de veces, la presión en las llantas de tu automóvil es uno de los parámetros más importantes para la seguridad de manejo.

Sin embargo, muchos conductores circulan con una presión inadecuada en sus llantas. Sin tener en cuenta que es justamente el gas contenido en los neumáticos el que ayuda a soportar el peso del vehículo. Circular con una presión correcta de las llantas tiene multiples beneficios, por ejemplo:

  • Prolonga la vida útil de tus llantas
  • Ahorro de combustible.
  • Reducción de emisiones de CO2
  • Control óptimo de  tracción y dirección.

Para saber si tus llantas están infladas a una presión adecuada, se necesita una inspección más profunda que sólo mirarlas y tocarlas. Es necesario que dediquemos unos minutos para medir la presión de cada llanta con un manómetro, siguiendo las recomendaciones del fabricante que normalmente están en el marco de la puerta o en el manual del carro.

En condiciones normales un neumático puede perder entre 0.05 y 0.1 bares por mes, esto debido a las fugas o los pinchazos derivados de conducir por vías en mal estado. Las consecuencias de circular con la presión inadecuada son:

Presión baja

  • Calentamiento llantas

Cuando circulamos con menor presión que la recomendada para nuestro vehículo, las llantas alcanzarán una temperatura más alta de la recomendada para su uso, degradando sus elementos y provocando desprendimientos internos e incluso aumentando el riesgo de ponchadura.

  • Distancia de frenado

Con una menor presión en los neumáticos, la distancia de frenado será mayor, lo que supone un riesgo de accidente más elevado, especialmente en las curvas de la carretera, porque el vehículo puede perder su trayectoria.

  •  Deformación de las llantas

La baja presión ocasiona una deformación exagerada de la llanta y reduce al menos un 30% su vida útil por la sobrecarga de la banda de rodamiento con el suelo.

  • Precisión de la dirección

Notaremos que es más difícil dirigir nuestro vehículo porque la baja presión reduce la precisión de la dirección, además en días lluviosos aumenta el riesgo de sufrir aquaplaning a velocidades más bajas que lo normal.

Presión alta

  •  Desgaste del neumático

Como en el caso de circular con una llanta a baja presión, la presión demasiado alta desgasta de forma irregular el neumático, en este caso por la parte central de la llanta.

  •  Agarre

Las llantas muy infladas pierden adherencia, de manera que hay menor agarre con el asfalto, disminuyendo la seguridad y aumentando las posibilidades de sufrir un accidente en casos de frenada de emergencia.

  • Pérdida de trayectoria

Una rueda sobreinflada ocasiona la pérdida de la trayectoria del vehículo, especialmente al conducir por curvas o a una velocidad alta.

  •  Comfort

Como la llanta influye directamente en el desempeño de la suspensión del auto, conducir con una presión muy alta la vuelve más rígida, por lo que su capacidad para absorber las irregularidades del terreno se verá disminuida, por tanto la experiencia de manejo será menos comoda.